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Esas cosas llamadas valores, ¿para qué me sirven?

Todos tenemos unos valores que nos guían en esta vida. Para nosotros es una forma de vivir y de relacionarnos con el mundo. Cada uno tiene los suyos propios y la mayoría de las personas no los ha definido en la vida. Entonces, ¿para qué me sirven?

Los valores son nuestra brújula interna que nos guía en las decisiones que tomamos, las acciones que llevamos a cabo para lograr objetivos; son los pilares sobre los que se cimienta nuestro propósito de vida y determina lo que es importante en ella. Nos guían en nuestros comportamientos con los demás.  Con quién queremos compartir nuestra vida y con quién no. Los valores son una parte fundamental de nuestra autoconciencia y su definición nos permite conocernos a nosotros mismos.

Así que los valores nos sirven, simplemente para guiarnos en esta vida. Fácil y difícil a la vez. Nuestros valores se forman en nuestras primeras experiencias, en cómo hemos sido criados, nuestro entorno familiar y de amistades. Sin embargo, y aquí la buena noticia, es que eso no significa que no evolucionen e incluso cambien por completo. Identificar tus valores y ser conscientes de como cambian con los años es síntoma de tu propio cambio como persona.

Identifica tus valores principales

Todos tenemos varios valores, más de uno en formato de principios y creencias, pero no todos tienen la misma importancia para nosotros. En qué lugar del ranking coloquemos nuestros valores nos dirá de qué manera tomamos decisiones o llevamos a cabo acciones que nos alejan o acercan a nuestro propósito de vida.

Cuando nuestros valores no están satisfechos, nos sentimos mal: si nuestras decisiones y acciones no se alinean con nuestros valores fundamentales nos encontraremos insatisfechos, no respetados e incapaces de vivir la mejor versión de nosotros mismos.

¿Cómo saber cuáles son mis valores o principios?

Hay que hacer algo de trabajo interno y apuntar en una libreta u hoja lo siguiente:

  1. Mira una lista de valores. Encuentra una lista buena, extensa y completa de valores y comienza a indagar a través de ella. Si no tienes claro el significado, búscalo en un diccionario.
  2. Identifica los que resuenan. De la lista, identifica los que sientes más importantes y márquelos con un 1 para los más importantes, 2 para algo importantes y 3 para los menos importantes. De los más importante -número 1- redúcelo a a seis u ocho valores que se sientan como una prioridad absoluta. Si necesitas ayuda, pasa al punto número 3.
  3. Conoce a tus héroes. También puedes encontrar tus valores fundamentales pensando en sus “héroes o heroínas”, tus referentes, reflexionando sobre lo que encarnan, lo que representan y cómo lo aceptan y usan. ¿algunos de estos valores los encuentras en ti?, apúntalo en tu lista del punto segundo.
  4. Observa tus patrones.  Aquellos patrones que no sean saludables y aquellos que sí pueden ayudarte a identificar tus valores. Además, puedes identificar qué te sienta bien y qué te sienta mal y escoger qué hacer a partir de ahí. Aquí entraría la reflexión sobre la historia familiar, si estás trabajando con un terapeuta, o aquellos patrones que ya hayas identificado.
  5. Evalúa si eres feliz. Pregúntate si tus experiencias o elecciones te están haciendo feliz. Si no, es probable que haya valores fundamentales que no se estén alineados con tu forma de vida.

¿Hay valores buenos y malos?

Existen lo que se denomina antivalor. Son aquellos valores que son contrarios a un valor y pueden suponer un elemento desestabilizador de carácter social. Por ejemplo, se puede tener el valor de que es importante mentir para lograr objetivos, es el antivalor de la sinceridad. Sin embargo, puesto que los valores son algo subjetivo, también se ha entendido por parte de algunos pensadores que tanto valores como antivalores están basados en una perspectiva subjetiva.

Los antivalores representan lo contrario de lo que socialmente logran los valores. Pongamos como ejemplo el antivalor de la esclavitud, que destrozan la armonía de la vida social al considerar que la libertad no es un valor humano.  Entraría dentro del grupo de antivalor moral.

Es más, en el campo de la ética existen debates sobre la naturaleza de los valores, particularmente se cuestiona si los valores son construcciones humanas o si, en cambio, existen fuera del mundo social. Uno de los mayores estudiosos de los valores fue filósofo alemán Max Scheler. Los valores de Scheler no se pueden clasificar en las categorías tradicionales, porque son más generales y abarcan todos los aspectos de la realidad. Scheler distingue entre valores materiales, vitales, espirituales y religiosos, que corresponden a los cuatro grados de ser de las cosas: inorgánico, vegetal, animal y humano. Los valores personales, humanos, económicos, morales, etc. serían subtipos o manifestaciones de los valores espirituales, que son los más altos después de los religiosos.

Quienes afirman que los valores son objetivos, afirman que estos existen por sí mismos, sin importar si las personas los perciben o experimentan en el mundo o no. En el caso de los valores subjetivos, estos se caracterizan porque son relativos, dependen de quien los experimenta y son algo que se desea o se ve como necesario.

Sin embargo, para nosotros, la combinación de valores es lo que hace que una persona sea más o menos deseable. Los valores no son buenos o malos en sí mismos, sino que la combinación de éstos hará que la sociedad valore como buena o mala a una persona. Tener ambición como valor no es malo, ni el dinero, ni el poder, siempre y cuando no se combinen con otros que terminen perjudicando a uno o varios miembros de la sociedad. O, por el contrario, tener un valor deseable como autocuidado, también puede ser negativo si se combina, por ejemplo, con obsesión.

Para precisar más, se han elaborado listas según su categoría.

Valores personalesValores humanosValores familiares
Valores socialesValores profesionalesValores universales
Valores moralesValores éticosValores religiosos
Valores estéticosValores intelectualesValores afectivos
Valores físicosValores económicosValores espirituales

Cómo sé que están están alineados

Una vez tengas los 5 valores principales ordenados de más a menos importante, escribe en otro papel todo lo que has hecho en el último mes. Luego vuelve a tu listado y comprueba si se cumplen en las acciones mensuales. Si es que sí, ¡enhorabuena! Vives acorde a tus valores. Si hay pocos valores que coinciden o incluso ninguno, es hora de dejar lo que estés haciendo y diseñar un plan para lograr vivir afín a tus valores fundamentales. Te aseguro que serás más feliz.

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