Inicié un proceso de mentoring porque quería mejorar mis habilidades profesionales y ganar más confianza en mí misma en un entorno laboral. Me encantó mi experiencia con Laila. Desde el principio establecimos un objetivo principal con la idea de lograrlo antes del final del proceso. Después, durante los siguientes meses, hicimos una serie de charlas en las que nos enfocamos en cómo podría trabajar para alcanzar mi objetivo establecido y abordar los problemas que me surgían en mi día a día. Sobre todo, me ayudó a abordar problemas que tuve con imposter syndrome, mi incapacidad de decir ‘’no’’ en el trabajo, y mi hábito de despreciarme a mí misma.
Destacaría que el estilo de mentoring que Laila tiene es de escuchar y luego hacer preguntas que te hacen pensar. También sabe buscar recursos, libros y artículos relevantes para que sigas aprendiendo durante todo el proceso, no solo cuando estás hablando directamente con ella. Laila me ha enseñado a aprender. Es decir, me enseño que los mejores profesionales siempre se están desarrollando y que nadie llega a su trabajo perfecto y pulido.
Sophie Rupp