Detrás de cada innovación hay un equipo con habilidades técnicas altamente desarrolladas. Este equipo puede estar compuesto por ingenieros/as, data scientists, científicos de diversas áreas, matemáticos/as; físicos/as, con o sin doctorado. Estos equipos pertenecen al denominado área STEM.
Sin embargo, sabemos que ser un profesional técnico-científico de primer nivel no equivale a ser un líder STEM. Más allá de ocupar puestos corporativos propiamente dichos, los líderes STEM han sumado a sus competencias técnicas, la competencia denominada “mentalidad de mentor”. Pero, ¿qué significa tener mentalidad de mentor?, pues simplemente, tener bajo su paraguas habilidades, conocimientos y actitudes específicas que permiten al equipo lograr los objetivos establecidos. Entre otras muchas habilidades estaríamos hablando de empatía, escucha profunda y sincera-o escucha activa-, inteligencia emocional, experiencia y sentido de negocio.
Adoptar la mentalidad de un mentor, además, equivale a desarrollar el pensamiento estratégico, desde la autoeficacia, con el establecimiento de objetivos claros, alineados con el propósito corporativo y dirigidos por resultados, así como una altamente desarrollada competencia en comunicación.
La combinación de estas habilidades, te preparan para tener equilibradas las áreas de dominio necesarias para colaborar en el crecimiento del negocio, estas son: habilidades tecnológicas, de negocio y de gestión. Pero, ¿por qué?
Los mentores en las organizaciones, proporcionan más que conocimientos técnicos. Proveen a sus mentees de las herramientas necesarias para escalar en la empresa, mejorar su comunicación y saber expresarse ante diferentes audiencias-clientes y corporativo- además de ejercer de modelo a seguir.
Para que esto sea posible, el tener habilidades en inteligencia emocional y ejecutar diariamente el entendimiento empático es uno de los pilares fundamentales para un mentor. Este entendimiento empático incluye empatía afectiva, cognitiva y conductual y ocurre cuando
- Eres consciente del estado emocional de la otra persona
- Tienes la habilidad de escuchar y entender lo que dicen y sienten
- Demuestras a la otra persona que está siendo escuchada y entendida.
Desarrollar la empatía en el trabajo, ya seas directivo o no, te permitirá conectar con los demás de forma genuina y permitir que los objetivos de negocio estén alineados con los objetivos personales y profesionales del equipo.
Escuchar para entender, no para responder
La escucha profunda o activa es un acto consciente. Has de ponerte a escuchar lo que la otra persona está diciendo realmente, con su voz y con su cuerpo. Para ello nada más fácil y sencillo como prestar atención a la otra persona, escuchar sin interrumpir ni ir pensando contraargumentos mientras la otra persona está hablando.
Una vez conseguido esto, prácticamente una habilidad muy efectiva pero difícil, como líder habrás reducido tus presunciones y falsas conclusiones y el equipo te ofrecerá más autoridad como líder. La mentalidad de mentor permite la ideación de soluciones de manera colaborativa y enfocada al aprendizaje puesto que se comparten reflexiones, experiencias e ideas entre todos los miembros del equipo.
El camino hacia convertirse en un modelo de actuación empieza por la escucha profunda.
Orientado a negocio
Muchas veces, un producto que tenga éxito empresarial no es el producto mejor realizado, el más pulido. Esto se traduce en que los objetivos de negocio no siempre estarán alienados a la visión del equipo técnico. Como líder, esta toma de decisiones puede ser abrumadora y muy estresante dando lugar a situaciones incómodas con el equipo. Con la práctica de la mentalidad del mentor, aprendes a alinear los objetivos, metas, y resultados con el propósito y así lo haces saber al equipo y a los clientes.
Esta orientación a negocio permite una evaluación continua de la situación, ayuda a identificar, mantener y desechar estrategias no alineadas y aprender de ello. El mentor tiene una mentalidad ágil.
Comunicarlo a los demás
No por saber hablar sabemos comunicarnos. Quizá la competencia más importante a desarrollar como líder ya que implica la escucha, la comunicación verbal (qué decimos) y la comunicación no verbal (cómo lo decimos). Como líder que ha trabajado la mentalidad de mentor, estarás atento a tu equipo y transmitirás las necesidades de negocio de manera efectiva, dando claridad a la estructura del mensaje. La comunicación es un camino en el que se da información y se recibe un feedback y ser competente en ellos potencia tu autoeficacia.
Autoeficacia para ser mejor líder
Junto con la empatía, la escucha activa, la competencia en comunicación, un líder que quiera desarrollar la mentalidad de un mentor ha de tener una alta autoeficacia. Bandura define autoeficacia como la creencia que tiene cada uno para organizar, ejecutar las acciones requeridas y manejar las situaciones que se nos presentan. Es el conocimiento en las propias capacidades y confianza para alcanzar un objetivo.
Los líderes STEM no solo han de ser altamente autoeficaces, sino que, además, han de ser capaces de guiar a su equipo para que adquieran esta habilidad y de esta manera puedan experimentar la sensación derivada de la puesta en marcha de diferentes acciones que les acerquen a lograr las metas corporativas.